Hace unos días terminó, para muchas personas, la mejor fiesta del mundo. No obstante, me ha parecido interesante saber el origen de esta festividad. Casualmente hay creado un enlace web sobre las fallas incorporando el origen y un resumen de las fallas actuales. Una mezcla muy interesante para este blog.
Este sería dicho enlace: http://www.fallasvalencia.es/fallas/historia/historia-las-fallas/
ORIGEN
El
origen de la fiesta de las Fallas se remonta a la antigua tradición
de los carpinteros de la ciudad, que en vísperas de la fiesta de su
patrón San José, quemaban frente a sus talleres, en las calles y
plazas públicas, los trastos viejos e inservibles junto con los
artilugios de madera que empleaban para elevar los candiles que les
iluminaban mientras trabajaban en los meses de invierno. Por ese
motivo el día de la cremà (momento en el que arden los monumentos
falleros), siempre coincide con el día 19, Festividad de San José.
En
el siglo XVIII, las Fallas se reducían a piras de materiales
combustibles que recibían el nombre de Fallas y quemaban al
anochecer de la víspera de San José.
Estas
Fallas fueron evolucionando y cargándose de sentido crítico e
irónico, mostrándose sobre todo en los monumentos falleros escenas
que reproducían hechos sociales censurables y critica social siempre
con sentido del humor.
Sobre
1870 se persiguió duramente los festejos populares como el Carnaval
y las Fallas. Esta presión provocó que en 1885 surgiera un
movimiento en defensa de las tradiciones típicas, otorgando la
revista "La Traca" premios a los mejores monumentos
falleros. Este hecho provocó la competición entre los vecinos y dio
lugar al nacimiento de la falla artística, donde no desaparecía la
crítica, pero predominaba la preocupación estética.
En
1901, el propio Ayuntamiento de Valencia, otorgó los primeros
premios municipales a las mejores Fallas. Este fue el comienzo de la
unión entre el pueblo y el poder político, evolucionando con pasos
agigantados esta fiesta popular en número, estructura y
organización.
FALLAS ACTUALES
Valencia,
ejemplo de modernidad, puerto del Mediterráneo y capital de grandes
eventos, se transforma en marzo para convertirse en una ciudad
entregada a su fiesta, a la música y a la pólvora.
Las
Fallas, las fiestas del fuego por excelencia, se mantienen desde hace
siglos tan espectaculares, desmesuradas y barrocas como el propio
valenciano. En los albores del invierno, la ciudad se tiñe del color
de las flores y de la pólvora para recibir la primavera y a más de
un millón de visitantes, que entre la música de las bandas y el
estruendo de las mascletàs recorren los monumentos falleros.
La
Exposición del Ninot, la plantà, la Cabalgata del Reino, los
castillos de fuegos artificiales, la Ofrenda de flores a la Virgen y
la Nit del Foc, son algunas de algunas de las imprescindibles citas
falleras.
El
día 15 de marzo empieza la plantà y el 16 a las ocho de la mañana
ya está cada falla en su lugar, más de 700 monumentos algunos de 25
metros de altura.
El
arte y la sátira se conjugan en unos monumentos que durante la
semana fallera, del 12 al 19 de marzo, se levantan en cada una de las
calles y esquinas de la ciudad y en los que se critica y caricaturiza
vida social y política. Como cada año la cridà, la invitación de
las falleras mayores de Valencia, Marta Agustín y María Berbel, a
participar en las Fallas, ha sido el pistoletazo de salida de las
celebraciones falleras.
Como
presagio primaveral, las Fallas se viven en la calle por el buen
tiempo que normalmente hace y porque la ciudad se convierte, toda
ella, en peatonal. El sonido de la música festera y el olor a la
pólvora y a las flores acompañan a otro aroma típicamente fallero
para los valencianos: el de los buñuelos.
Desde
el 1 de marzo en Valencia, todo el mundo tiene una cita a las dos en
la plaza del Ayuntamiento para ver la mascletà, la sinfonía del
ruido. Las mascletà es un espectáculo para los sentidos: se oyen
los masclets, se ve el fuego y el humo y se huele la pólvora, pero
sobre todo se siente la vibración que sube por las piernas y recorre
todo el cuerpo.