La
Fiesta de la Pascua es la celebración, de la liberación, de todo
tipo de opresión o esclavitud, sea esta espiritual, mental,
emocional o física, y aún social.
La
palabra "Pascua" viene de la palabra hebrea "Pésaj"
cuya raíz es la palabra "pasáj” que significa: 'saltar
encima, pasar por encima, cojear'. Su
fecha es movible, pero por lo general coincide con el inicio de la
Primavera. Se fija cada año de acuerdo a los siguientes criterios:
-
Posterior al Equinoccio (Momentos del año en los que el Sol alcanza el punto más alto en el cielo con relación al observador, que se encuentra justo sobre su cabeza), de Primavera.
-
La primera luna llena.
- El primer domingo.
Esta
fecha a su vez determina las otras fiestas móviles del calendario
cristiano, como el inicio de la Semana Santa, el Triduo Pascual,
Pentecostés, el Sagrado Corazón de Jesús y Corpus Christi.
Es
un
período de 50 días en que las misas celebran la Pascua. Es un
tiempo de alegría, de renovación, de esperanza, de promesas, de
nuevos inicios. De
manera histórico-religiosa rememora
el paso salvífico (salvación),
del
pueblo hebreo por las aguas del mar Rojo, desde Egipto hacia la
Tierra Prometida. Con la guía de Moisés, el enviado de Yahvé, el
Dios de Israel. Esta redención (Librar
de una mala situación o dolor), de
Dios para el cristiano se cumple de forma plena en la Pascua de
Cristo, en su paso de la muerte y los infiernos, hacia la
resurrección en Dios Padre. Abriéndose así la puerta de los
Cielos para todo el género humano. Significa la redención final y
plena.
Para
comprender el por qué esta tradición busca dar una visión de
futuro positiva, y de renovación, me gustaría compartir el artículo
de Óscar
Rodríguez Blanco en
la cuál habla que esta festividad, compuesta por arte y cultura de
las comunidades, buscando un cambio en el pensamiento.
Artículo:
Es
posible que muchos sólo recuerden las bellas tradiciones y costumbres
populares de los días santos. Las procesiones con artísticas
imágenes y arreglos litúrgicos son verdaderas manifestaciones de
arte y cultura. La “pascua” sobrepasa toda exterioridad. La mejor
noticia que pudo escuchar la humanidad en toda su historia ha sido la
“Resurrección de Cristo” que hizo cambiar la vida de los
primeros discípulos. Fue la noticia que anunció Pedro en la casa de
Cornelio diciendo que a ese Jesús “a quien mataron colgándolo de
un madero fue el que Dios resucitó al tercer día y lo nombró Juez
de vivos y muertos”.
El
Papa Francisco, en su última Exhortación “Christus vivit”, nos
dice que “cerca de él podemos beber del verdadero manantial, que
mantiene vivos nuestros sueños, nuestros proyectos, nuestros grandes
ideales y que nos lanza al anuncio de la vida que vale la pena.
Cristo mismo es para nosotros la gran luz de esperanza y de guía en
nuestra noche, porque él es la estrella radiante de la mañana”.
Vale
la pena que resuene en la mente y corazón de todo cristiano el
anuncio gozoso que los ángeles anunciaron a las mujeres: “¿Por
qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí: ha
resucitado”, es bueno que profundicemos en esta convicción:
“Cristo es el que vive” y reconocerlo en la palabra, la
eucaristía y la comunidad. Ya en la antigüedad el profeta Isaías
anunciaba poéticamente cuáles eran las intenciones de Dios pidiendo
a los israelitas actitudes de novedad y valentía: “No penséis en
lo antiguo, mirar que realizo algo nuevo”. Es un mensaje que sigue
invitando a vivir tiempos nuevos. San Juan Pablo II nos dijo: “No
tengáis miedo a mirar hacia adelante, a ver en las circunstancias de
la historia, que parecen condenados a la esterilidad, también signos
de vida y de renovación”. Si vivimos a plenitud este tiempo nuevo,
moriremos a lo viejo para vivir la novedad de la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario